viernes, 22 de febrero de 2008

El

Casi al borde del mitad del camino, en el centro de este viaje, Él.

EL“EL” es otro nombre que se traduce como “Dios”. El es una forma simple relativa a Elohim. Se usa 200 veces en las escrituras. “El” es frecuentemente combinado con palabras que enfatizan diferentes atributos de Dios.

Reconociendo la Santísima Trinidad y sin perder el objetivo, defino hoy a mi Dios con el texto de la Shemá hebrea por su belleza, siendo ésta la primera oración que aprende un judío y la última antes de morir, la recitan dos veces al día, una por la mañana (con los tefilin puestos) y otra por la noche, y es la que habitualmente vemos rezar ante el Muro de las Lamentaciones. La primera frase la recitan tapándose los ojos para concentrar todo su cuerpo y mente en esta oración.

Escucha, Israel: el Señor es nuestro Dios, el Señor es Uno.Y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Estas palabras que yo te mando hoy estarán en tu corazón, y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas en tu casa y andando por el camino, y al acostarte y al levantarte. Y las atarás como señal en tu brazo, y estarán como recordatorio ante tus ojos, y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas.Si obedeciéreis cumplidamente lo que yo os prescribo hoy, amando al Señor, vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, entonces daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía, y recogerás tus granos, tu vino y tu aceite. Daré hierba en tu campo para tu ganado y comerás y te saciarás. Pero guardaos de que vuestro corazón sea seducido y no os desviéis para servir a otros dioes y os inclinéis ante ellos, y se encienda la ira del Señor contra vosotros y cierre los cielos y no haya lluvia y la tierra no dé sus frutos, y desaparezcáis pronto de la buena tierra que el Señor os da. Pondréis estas palabras mías en vuestros corazones y en vuestra alma, las ataréis como señal en vuestros brazos y serán como recordatorio entre vuestros ojos. Las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes; y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas, para que sean vuestros días y los días de vuestros hijos tan numerosos sobre la tierra que el Señor juró a vuestros padres que les había de dar, como son los días de los cielos sobre la tierra.Y habló el Señor a Moisés diciendo : Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos por sus generaciones y pongan en cada fleco un cordón; os servirá el fleco para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos del Señor para cumplirlos y no dejaros llevas tras vuestro corazón y tras vuestros ojos, tras los cuales os corrompéis, para que os acordéis y hagáis todos sus mandamientos y seáis tan santos ante vuestro Dios. Yo, el Señor, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo, el Señor, soy vuestro Dios.

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