viernes, 8 de febrero de 2008

Alfa y Omega


"Alfa y Omega sinónimo, el origen y el final mismos de todas las cosas que son, fueron y serán "..
Este nombre nos indica la eternidad de Dios por medio de la primera y la última letra del alfabeto griego que a su vez viene de la sustitución de la Aleph y la Thaw. Sin embargo, la sustitución de aquellas letras hebreas por las griegas produjo inevitablemente la pérdida de parte del significado y belleza en la forma de designar a Dios. La Aleph es la primera letra de la palabra ‘Emet’ (אמ ת ) que significa verdad, lo mismo que la Thaw es la última letra de la misma palabra. En cambio con Alfa y omega no ocurre lo mismo en la palabra verdad griega, aletheia. La palabra sagrada y mística Verdad, expresada en hebreo a través de sus letras Aleph y Thaw, el ser absoluto y eterno de Dios, tuvo que ser sacrificada por designación de la traducción. "Alfa-Omega" (y su equivalente hebreo) significa una plenitud -o perfección- absoluta. Es un decir judío que la bendición de Israel en Lev., xxvi, 3-13 está completa porque comienza con Aleph y termina con Thaw.La perfección absoluta de Jehová se expresa en Is., xli, 4; xliv, 6, por medio de la frase, "Yo soy el primero y el último". Platón, "De Legibus" (Sobre las Leyes), IV, 715, describe a Dios de la misma forma: archen te kai teleuten kai mesa ton onton apanton echon (tiene en sus manos el principio, el fin y el medio de todas las cosas), y cita esta frase como un palaios logos (dicho antiguo). Cf. también Josefo, C. Apión., II, xxiii. La frase expresa adecuadamente la idea de que Dios es eterno, el principio y el fin de todas las cosas.
En los primeros años de la iglesia el Alfa y Omega eran usados como el monograma de Cristo y estas letras llegaron a convertirse en Su escudo. El poeta Prudencio dice, "Alpha et Omega cognominatus, ipse fons et clausula omnium quae sunt, fuerunt, quaeque post future sunt" – Alfa y Omega sinónimo, el origen y el final mismos de todas las cosas que son, fueron y serán. (Cathemer., 9, 11). El símbolo "Alfa-Omega" se escribía bajo los brazos de la cruz dentro de un círculo o triángulo. El Alfa a veces se encuentra a la derecha y la Omega a la izquierda a fin de indicar que, en Cristo, el comienzo y el fin convergen en uno. Este escudo se encuentra en las monedas del Emperador Constancio y Constantino (Martigny, 458-459). Los primeros Cristianos tenían las dos letras grabadas en sus sortijas e incluso a veces se encuentran escritos en el nimbo -o halo- del cordero como por ejemplo en las pinturas de las catacumbas de Pedro y Marcelino, siglo III. También encontramos estas dos letras en frescos y mosaicos de varias iglesias antiguas; por ejemplo, en la capilla de San Felicitas y en San Marco en Roma; en los mundialmente famosos mosaicos de Ravenna, en Galla Placidia. Con el paso del tiempo Alfa y Omega cesaron de ser usadas en las pinturas y ornamentos de la iglesia como el monograma de Cristo tomando su lugar las letras I.H.S. Recientemente, sin embargo, las volvemos a encontrar en las puertas de tabernáculos y en ornamentos del púlpito o de las vestiduras eclesiásticas.

El incierto origen de lo cierto. El fin cierto. Muchas veces me pregunto si el fin es el principio…¿Cuándo llegué aquí era el comienzo del final? ¿Cómo será mi final? ¿Seré valiente? No me asusta el final/principio sólo temo no estar lo suficiente preparado para aceptarlo y que la tardanza de esa aceptación me reste tiempo para cerrar los pendientes. Lo que sí tengo claro es que quiero que lo celebren, con una fiesta, como antiguamente. Yo lo celebraré contigo, si Tu me dejas.

No hay comentarios: