miércoles, 28 de febrero de 2007

Siete

"LA RELIGIÓN ES UN SOLO ÁRBOL CON MUCHAS RAMAS. SI NO VEMOS MAS QUE LAS RAMAS, DIREMOS QUE HAY MUCHAS RELIGIONES, PERO SI VEMOS TODO EL ÁRBOL, COMPRENDEREMOS QUE HAY UNA SOLA RELIGIÓN".

Gandhi fue ante todo y sobre todo profundamente religioso. Él identificaba su religión con la verdad, a su Dios con la verdad. Para él la cuestión de los cultos debía ser un asunto puramente personal, algo individual y el Estado debía ser laico, esto es, no tener ninguna religión.Se puede decir que Gandhi era un religioso especial, porque no era sectario, ni fanático, ni de puntos de vista estrechos. Él profesaba el hinduismo, la religión mayoritaria en su país; pero con el mismo amor y respeto que trataba a su religión él trataba al cristianismo, al islamismo o al judaísmo y otras.Hay un mensaje vigente de Gandhi que hasta hoy día no lo cumplen algunas religiones y es que entre todas debía haber las mejores relaciones, es el mensaje de la tolerancia. No obstante sabemos que en algunos países hay serios conflictos entre religiones, conflictos que conducen a hechos sangrientos. Parece como una ironía que Gandhi, que fue un campeón de la no-violencia y un firme defensor de la tolerancia religiosa, cayera víctima de la violencia a manos de un fanático religioso de su propia religión.

martes, 27 de febrero de 2007

Seis

Le pedí fuerzas a Dios para poder llegar
más lejos, y me hizo débil para que
aprendiera humildemente la obediencia...
Le pedí salud para poder hacer grandes
cosas, y me hizo frágil para que hiciera
cosas mejores...
Le pedí riquezas para poder ser feliz,
y medio la pobreza para que pudiera ser sabio...
Le pedí poder para ser admirado por los hombres,
y me dio la debilidad, para que pudiera sentir la necesidad de Dios...
Le pedí todas las cosas para gozar de la vida,
y me fue dada la vida para disfrutar de todas las cosas...
No tengo nada de lo que pedí,
pero sí todo lo que esperaba.
Casi a pesar de mí mismo,
mis silenciosas plegarias fueron escuchadas.

Cinco

Lachash: susurro

Susurro en tu oído porque me siento tan cerca de ti que no necesito gritarte para que me escuches. Como los amantes se hablan cerca, como cuando se miran y se entienden, así busco hoy nuestro susurro compartido porque no necesito más, sólo el aire como música de fondo.

domingo, 25 de febrero de 2007

Cuatro

"No tentarás al Señor tu Dios"

Llevo tres días evitando tentaciones, ocupando mi tiempo para no caer lo que si te tuviera aqui delante y te contase, seguro que no te gustaría. Casi puedo oir tu voz en mi oido y casi puedo ver el gesto adusto de tu negativa, necesito que me ayudes pues no podré sin ti. No tengo la fuerza que tuviste en tus cuarenta días y sin embargo lucho siempre con las mismas ganas por no caer. Algunas veces el ímpetu me puede y ni siquiera me da tiempo a pensar......contra la ira la virtud de la paciencia, ¿y contra mi?......solo tú puedes ayudarme. No me lo pongas más difícil, si a duras penas puedo llevarlo diariamente, ¿cómo lo haré si encima me pruebas?...

sábado, 24 de febrero de 2007

Tres

Hoy he visto tu vida....otra vez. Hoy vi tu cara reflejada en las manos de alguien que te ha estudiado físicamente, alguien que intenta encontrarte a través de las demostraciones empíricas y científicas. La sensación fue de angustia total al revivir los últimos momentos, una sensación de ahogo y desconsuelo al ver tu final. Me encantaría haberte conocido y haberte mirado a los ojos y sin embargo, no sé qué te hubiera preguntado....quizá nada, silencio, un buen silencio...

viernes, 23 de febrero de 2007

Dos

"Vuélvase a mi de todo corazón con ayuno, con lágrimas y llanto, enluten su corazón y no su vestido". (Joel 2, 12)

Ayuno. Los platos de comida dispuestos sobre bandejas dentro de la jaima, el olor a té, los dátiles y frutos secos esperan tu llegada para que compartamos juntos la cena, como estas noches atrás. Sin embargo, tu mensajero, me indica que debo dar esos platos, que no he de disfrutarlos contigo, sino con los demás. Ayunaré ofreciendo mi comida a todos esos niños pequeños olvidados en cualquier parte del mundo que no tienen ni una mísera escudilla de arroz. Tus niños, esos pajarillos frágiles que seguro recoges con tus propias manos.

"La vida terrena es para luchar, para caer en el polvo mil veces y levantarse otras mil veces" (M. M.)

jueves, 22 de febrero de 2007

Uno

"Él te condujo por el desierto, y en esa tierra seca y sin agua ha hecho brotar para ti un manantial de agua de la roca dura" (Dt 8,15).

Las tormentas en el desierto son escasas, pequeñas, nunca extensas y suelen darse en los atlas o cercanos a ellos en vez de en las planicies. La tormenta de ayer pasó por una gran montaña y después de haber recogido todo lo que destrozó e intentar arreglarlo, mi señor me dejó un manantial de agua para que me refrescara a última hora del día. La voz de casi una desconocida para mi me dio la clave de la sonrisa. Es fundamental esperarte con una sonrisa cuando todo alrededor es tan agreste, tan duro, tan zafio, y tan oscuro sin ti. Comienza la penitencia, dame fuerzas y sentido para hacer de ello una ofrenda válida para los demás y para ti.

miércoles, 21 de febrero de 2007

Epher (cenizas)

Cenizas de sueños. Cenizas de una fiesta extinguida. Cenizas de incendios pavorosos en tu ausencia. Cenizas de castigo. Pérdida de la Fe, laberintos humanos que me enredan y me alejan de ti. Desconfié desde el día siguiente que te vi el año pasado. Peor que Pedro en sus negaciones. Merezco las cenizas que recibo en este mundo gris donde me hallo. Tengo 40 días para pedirte perdón y sin embargo me parecen pocos para pagar la deuda, duplicaré mi castigo, te ofreceré más aunque tú no lo necesites para perdonarme. Lo que sea por verte, lo que sea…

martes, 6 de febrero de 2007

Poesía

Destino me trajo rodando a los desiertos de Nof.
Dile al Hado que me siga arrastrando y me de vueltas
hasta que vea el desierto de Judá,
hasta que llegue a los confines del Norte, al Bello Lugar.
Allí me cubriré con la gloria del Nombre de mi Señor,
me pondré, envolviendo mi cabeza, el turbante de su santidad.

(Yehudah Ha-Levi, 1070-1141)