El cielo es una estancia llena de quietud, es la soledad buscada donde no te encuentras solo, es la corola de una flor abierta a la bóveda celeste, una música agradable a tus oídos, el tacto tibio de una mano, las letras desgranadas de un libro o tu simple presencia.
Es estar contigo un rato en la tienda, sentados los dos en una alfombra, cuando vienes a visitarme tras el largo día de caminata por el desierto, es mirarte a los ojos, aunque los tengas cerrados muchas veces, son tus facciones en la madera o sentirte vivo en mi interior.
Cielo eres tú. Ayer lo aprendí.
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