martes, 27 de marzo de 2007

Treinta y cuatro

Cuando Dios quiere hacer una maravilla, empieza por una dificultad. Si quiere hacer algo increíble, empieza por algo imposible.

Así empezó esto, como un imposible para mi, desde su origen, desde sus inicios, y ya no es la primera vez que ocurre lo increíble delante de mis ojos. Casi estamos llegando al final, y en este viaje he aprendido algo nuevo, el trabajo está hecho, el esfuerzo ha llegado al límite, todo lo que sé y lo que no sé lo he puesto a su disposición, he dejado hogar, descanso y mucho de lo que he querido hacer...pero no me arrepiento, el trabajo, como dije, está hecho de la mejor manera posible y de la que mejor se conocía, no hay más, y ahora a seis jornadas de la cumbre...no importa no llegar....es decir, si ahora me dijeran, déjalo, no subas más, no puedes subir más, me iría igual de contento y satisfecho por como ha transcurrido el viaje, por lo poco que he podido disfrutar del paisaje, por todos los que he conocido y que se han ofrecido a ayudarnos, por todos los que conociéndome...ni siquiera han preguntado, por los amigos que dejé en el camino y por los nuevos que encontré. Estoy satisfecho...disfrutaré del paisaje y ayudaré a aquellos que todavía no han llegado y que como yo, siguen subiendo. Shalom...

1 comentario:

marcel dijo...

hello
why don't write a letter to a great personnalitie!
i post your letter
shalom
marcel
jewisheritage