martes, 25 de abril de 2006

Kara (inclinarse, agacharse, arrodillarse)

Con humildad, inclinados ante Ti, parece que somos más hijos tuyos. Si te arrodillas o agachas ante Él, siendo consciente de lo que haces, duele más.....porque lo estás haciendo mejor, por eso te duele más agacharte y por eso te cuesta más trabajo levantarte del suelo, porque tu cuerpo y tu mente se han sometido a la magnitud infinita de Él.
Pero quizás, lo que más duela, es agacharse o inclinarse ante un igual. Ahí no duelen las rodillas, duele el corazón, la soberbia, el orgullo y lo mal llamado 'amor propio'. Hay veces que el interlocutor merece la inclinación, otras, no, pero aún así hay que hacerlas a veces, y esas, duelen, pero te hacen mejor. Una de las cosas más sanas para el alma es una cura de humildad.....es de lo mejor, te quedas nuevo y limpio, es como si te quitaras parte del polvo de la túnica con la que caminas....ahora más limpia.....seguiremos andando por el desierto en busca de otro oasis.

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