martes, 4 de marzo de 2008

Al-Sami - Al Basir

El que todo lo oye y El que todo lo ve

Necesitas de Él para adquirir las capacidades de estas facultades en modo absoluto y sin restricción. Él es el Oidor y el Veedor absoluto, es el que percibe todo lo audible dondequiera que sea tanto en el plano de la existencia como en el plano de la inexistencia y el que percibe todo lo visible sin ningún límite de proximidad o lejanía. Si el siervo llega a la no restricción de estas facultades escuchará y oirá lo que le ha ordenado que escuche y obedezca, y para que vea como se ha ordenado que vea y considere, ya sea como libre delegación o como imposición con obligatoriedad. Si el siervo realiza estos atributos, Él se convertirá en su oido y en su vista. Y quien ve y escucha realmente, es decir, quien ve y escucha “a Dios por Dios” cuando Dios es su oído y su vista, ninguna cosa audible o visible teme.
Del libro El secreto de los nombres de Dios de Ibn Al'Arabí.

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