Destino me trajo rodando a los desiertos de Nof.
Dile al Hado que me siga arrastrando y me de vueltas
hasta que vea el desierto de Judá,
hasta que llegue a los confines del Norte, al Bello Lugar.
Allí me cubriré con la gloria del Nombre de mi Señor,
me pondré, envolviendo mi cabeza, el turbante de su santidad.
(Yehudah Ha-Levi, 1070-1141)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario