sábado, 4 de noviembre de 2006

Dam (sangre)

Las heridas sangran, y las de factura reciente, más. Estás abriendome heridas con tus propios dedos y permites que sangren, supongo que tendrás una muy buena razón para hacerlo, lo sé y por eso confío en Ti y me abandono en Ti, pero duele Señor....mi Señor....duele. Saldré favorecido de esta lucha con tu apoyo pues no podría tener mejor compañero que Tu, sigo siendo un pobre desconfiado que cuando no te ve huye aterrorizado sin saber si se enfrenta o ha de esperar tu orden. Me pesa la coraza, el casco, y la vanidad que rodea a todo esto. ¿Por qué me escogiste si sólo quería ser el último de los tuyos? Sabes que has cambiado mi percepción de la vida, que ya nada es lo que me parecía, que las personas cada vez son menos objetivo de mi esperanza, que sólo me fío de Ti y muchas veces no soy capaz de reconocerte en los ojos de mi hermano.....No tengo perdón de la mitad de las cosas hechas ni de la mitad que he dejado de hacer, me siento culpable de no sentir tu aliento, tu amor, y tu guía en mi vida, no te veo ultimamente, no veo tus señales y eso me está llevando a un pozo oscuro. Pero aqui estoy, te sigo esperando. Te espero. Te rezo.

No hay comentarios: